Trumbo
MadMax
Dunkirk
(Australia, Baz Luhrman, 2008)

LA IDEOLOGÍA ESCONDIDA

Bazmark Films / 20th Century-Fox, ©2008.

Al ir más allá de la mera catalogación entre bueno y malo, ¿es pertinente en una crítica la inclusión de la belleza como baremo? Kant iba más allá, definiendo en la cuestión estética que la belleza es la única categoría estética lógica y válida. Al evaluar la calidad de un film, que se supone es el objetivo del ejercicio crítico, ¿cómo influye en este la belleza? ¿Deben estar relacionados o ser independientes, el ejercicio crítico y la experiencia estética, el criterio y el gusto? La calidad de un film trasciende la catalogaciones personales respecto a la belleza, así lo entiendo y me parece Australia un buen ejemplo para la cuestión que busco aquí desarrollar.


"La deducción de los juicios [de gusto] sobre objetos de la naturaleza no puede ser aplicada a lo que en ésta llamamos sublime, sino a lo bello"
Immanuel Kant

Australia busca seducir al espectador con una propuesta estética preciosista. Incluso la introducción que nos sitúa en el contexto histórico, casualmente nos remite a los sucesos de Pearl Harbor, que fueron utilizados para un film (Pearl Harbor, Michael Bay, 2001) más explícito como herramienta de justificación bélica e ideológica, y más preciosista que Australia. Aunque si queremos buscarle una relación fílmica estadounidense, podríamos decir que ésta es o intenta ser un Lo que el viento se llevó (Go with the wind, Victor Fleming, George Cukor y Sam Wood, 1939) australiano: una historia de amor, con recorrido histórico por las entrañas del país, en la que los protagonistas blancos tienen una buena relación con los sirvientes negros, exponiendo al menos parte de las complejidades sociales que surge en este caso, entre los británicos, los nativos, y los mestizos que se encontraban en tierra de nadie, educados para vivir con los británicos pero para funciones serviles.

Posters de Australia (Bazmark Films / 20th Century-Fox, ©2008)
y Gone With The Wind (Metro-Goldwyn-Mayer 
Fox, ©1939).

Las puestas en cuadro buscan en todo momento el agrado visual, llenando de colorido las imágenes; y la espectacularidad, con ‘grandes planos generales’ de helicóptero, mostrando el enorme paisaje desértico australiano. Australia se presenta en un envoltorio bellísimo, cada plano invita al deleite visual del espectador. Sin embargo, por debajo de su propuesta estética y tapada por ésta, Australia deja sueltos aspectos que la hacen flojear. Estas vías desguarnecidas están bien camufladas por el tratamiento de la imagen, pero al indagar a fondo podemos intentar señalarlas.

La extensa duración, que no es en sí un defecto, genera en la trama cambios de registro porque precisamente incluye varias películas en una. Podemos definir dos formas argumentales: la primera en la hora y media inicial: Lady Ashley (Nicole Kidman) viaja a Australia y saca delante sus tierras junto al amigo de su difunto marido Drover (Hugh Jackman), al tiempo que el pequeño Nullah (Brandon Walters) la ayuda a entrar, como Dorothy en The Wizard of Oz, en un mundo desconocido en el cual hay un mago siempre escondido, King George (David Gulpilil); y la segunda, durante la hora restante, Lady Ashley intenta recuperar a Nullah, de quien la ha separado Fletcher (David Wenham) quien es la nueva autoridad d en el territorio y busca complicarle la vida, en busca de hacerla irse del país. La primera usa un tono más caricaturizado, ingenuo y remilgado, no solo de la personificación de Lady Ashley, que es exageradamente refinada, sino de los personajes en general: como el salvaje comportamiento y carcajadas de los nativos al cazar un canguro, la expuesta virilidad de Drover, o el excesivo amaneramiento de los personajes de clase alta, acentuado en los personajes femeninos que se horrorizan de las costumbres de la protagonista.

Hasta aquí el marco narrativo guarda bastante cohesión, aunque dista mucho del resultado final, pues en la última hora la historia se vuelve más madura y trata con mayor dramatismo la negación a asumir Lady Ashley el alejamiento de Nullah, el niño mestizo del que quiere cuidar. Hay un paralelismo en la madurez adquirida por el personaje femenino y el tono del film, pero el resultado es un drama de aventuras y tintes cómicos acaba transformándose en un drama serio, nostálgico y maduro. Aunque las líneas no están tan definidas, pues episodios como la muerte de Mr. Ashley da momentos de seriedad a la primera parte; y los comentarios clasistas de las damas adineradas sobre Lady Ashley hacen que perduren rasgos cómicos en la recta final, momento más dramático del largometraje.


PSEUDOMARXISMO

Los personajes protagonistas comparten su origen y su actitud para con la clase alta. Si bien Lady Ashley se muestra inicialmente delicada, su desafío de salir adelante con el ganado de su difunto esposo, la sitúan en oposición al resto de la clase alta. Las damas no ven con agrado su relación con Drover. Drover por su parte es el único blanco en la isla que lucha contra el racismo, va acompañado por Magarri (David Ngoombujarra) y acaba en trifulcas por defenderlo. No es machista, pues su negativa inicial a que Lady Ashley colabore en guiar al ganado no es por su condición femenina, pues acepta con normalidad la ayuda de las sirvientas aborígenes, sino por su origen elitista: no confía en que pueda hacerlo bien, dado que hasta entonces no había tenido que trabajar para ganarse la vida. Así que en esto, tenemos a los dos protagonistas con una postura ética, incluyendo el hecho de que ambos han perdido por muerte a su pareja, y ambos a causa de los poderes que gobiernan en Australia: la exesposa de Drover no recibió ayuda por ser de raza negra, el exmarido de Sarah fue asesinado por Fletcher movido por la codicia.

La justicia poética que ampara a ambos protagonistas los sitúa en un escenario pseudomarxista, en el que los hombres blancos son avariciosos entre ellos y hostiles hacia la clase baja, buscando el rechazo del espectador. La clase alta dominante es el enemigo, mientras que para defender al aborigen bonachón, los que se rebelan son los protagonistas con su propia clase. Así se inicia la primera pelea de Drover en el bar por defender a Magarri, y la de Lady Ashley al defender a Nullah de Fletcher, quien lo agredía por destapar su engaño. Este recurso lo hemos visto en infinidad de películas de Hollywood como en Titanic (James Cameron, 1997), donde la clase alta la forman personajes estirados y egoístas, que defienden un discurso ultraconservador mediante el cual niegan condiciones de igualdad con otras clases y buscan con sus acciones hacer perdurar la cerrazón social, en nombre de un orden establecido. No se invita mucho al espectador a la reflexión para mostrarle quienes son los evidentes buenos y malos, para pasar por alto el hecho de que, tal vez, el hombre blanco no pintaba mucho en Australia, y la dramatización no deja de ser una defensa de la colonización, recurriendo a una vía ‘justa’ en contraste con el proceder de los ‘malos’, pero una justificación al fin y al cabo. Es una ficción histórica, que en ningún momento busca una reflexión histórica.


A pesar de que el film sitúe el foco histórico en Australia, el desarrollo no tiene rasgos que lo diferencien de un drama-western estadounidense al uso, como Gone with the wind. El principal señuelo narrativo de distinción australiano, los niños de la ‘generación robada’, queda en eso, en señuelo. No se aborda la problemática de los mestizos que eran rechazados por ambas etnias, británicos y nativos, resolviendo la trama con el viaje de iniciación que lo lleva a cumplir el rol hechicero de su abuelo King George.


‘RACISMO’ NARRATIVO
Pero en cuanto a la falta de cuidado para con los personajes negros, hay dos momentos clave en la resolución del conflicto final: el rescate de Nullah de la isla y salvar su vida del rifle de Fletcher. En la liberación de los niños de Isla Misión, todo marcha correctamente, hasta que en el último momento aparecen los militares japoneses. Magarri se gira ante Drover y le dice “Tú debes seguir vivo, tienes una familia”. Tras esto, Drover apenas se digna en desearle “suerte hermano”… cuando Magarri ni siquiera intenta huir por otra vía, sino que expresamente se dirige a recibir la muerte para despistar a los japoneses y así darles tiempo a la huida de Drover y los niños. Pero estos permanecen quietos viendo cómo matan a Magarri. Ni siquiera parece que la dirección tomada de Magarri hacia la playa debiera producir un despiste en los japoneses, que en lugar de contentarse con matar a uno de los personajes que buscan, debería darles motivo para seguir buscando por la zona. Es difícil no decir que Magarri muera simplemente porque es negro, pero su función hasta el momento, no ha sido importante en la trama más que para insistir a Drover en ir en rescate de Nullah, y en darle consejos para volver con Lady Ashley. Incluso emula a Sam de Casablanca, al tararear la canción de ella (Somewhere over the rainbow) para que Drover imite a Rick Blaine pidiéndole que pare la música. Una vez Drover se reconcilie con ella, Magarri no es para él más que el hermano de la novia que no pudo rescatar, el recuerdo de un amor que se vio frustrado por las circunstancias, de una relación interracial mal vista por ambas etnias. Por ello, la muerte de Magarri supone la liberación de Drover de su pasado, soltándolo del recuerdo de su difunta anterior esposa,  para poder formar una nueva familia con Lady Ashley, pues precisamente es en la nueva familia de Drover que centra Magarri su discurso de despedida.

Es significativo el hecho de que, cuando llega la embarcación con los niños, Lady Ashley le da las gracias a Ivan (Jack Koman) el cantinero ruso, al cual le costó dejar pasar por la puerta de su taberna a Magarri, cuando las bombas no habían dejado nada de la taberna. Nadie se acuerda de Magarri y su sacrificio, pero hay momento para dar las gracias al personaje racista porque, al fin y al cabo, dada su testarudez siempre había resultado cómico.



En cuanto al desenlace final, una vez reunidos todos los tres personajes, cuando parece que el clímax se ha superado, un último giro final aguarda. Nullah baila tan contento que no advierte el rifle de Fletcher apuntándolo. Drover parece el hombre adecuado para salvarlo, pues hemos visto que únicamente entra en combate para defender a los aborígenes. Sin embargo está muy lejos. Es King George quien desde la distancia acaba con la vida de Fletcher, lanzándole su lanza desde un escondite y por la espalda, un detalle indecoroso que Drover no hubiera cometido, pues en todas sus peleas insiste previniendo que no se lo tiente a pelear y ataca siempre de frente. El asesinato que comete King George lo define como un ‘innoble’, no tiene el honor de matar de frente. Por un lado queda justificado su encarcelamiento, pues queda demostrado que aunque no asesinó al Señor Ashley con una lanza, sí que es un hombre capaz de matar a un hombre blanco ‘desprevenido’ con dicha arma. Por ello no solo comete el crimen por el que fue encerrado previamente en prisión, sino que al haberse escapado, se enuncian los irreconciliables márgenes éticos del nativo y los del hombre blanco; de la ley y el derecho occidentales y los códigos del hombre 'salvaje' que se remontan a tradiciones ancestrales atados a la comunicación generacional. Por otro lado, esta oportuna venganza de King George para salvar al niño, permite a Drover alcanzar su idílico final feliz junto a Lady Ashley y Nullah, sin manchar sus manos con la sangre del antagonista.




La belleza exterior camufla así un discurso que justifica el punto de vista occidental de la historia de Australia, nuevo hogar de los presos para los que Gran Bretaña no tenía cárceles en el siglo XVIII. La belleza en sí de un film no la definen necesariamente colores bonitos, atardeceres y tomas de helicóptero. Pero no solo los paisajes bélicos (imagen superior) son objeto de la más delicada estética, pues incluso los escenarios indigentes en los que se refugia Nullah son mostrados con un refinado cuidado decorativo (imagen inferior). Pienso que los momentos crudos, hay que mostrarlos crudamente. En ese sentido, si Nullah es un niño alejado de los lujos de la clase alta británica, sería válido un proceder estético diferente al esteticismo occidental del cual Nullah muestra estar al margen como personaje, dados sus momentos de incomprensión hacia algunas costumbres de Lady Ashley. Nullah es un personaje bello, lo es por sus acciones y forma de ser, no tiene por qué serlo necesariamente en su aspecto y en su puesta en escena, para hacerlo encajar en parámetros superficiales.


IDEOLOGÍA ESCONDIDA ESTÉTICAMENTE
Son muchas las categorías estéticas como lo sublime, lo pintoresco, lo interesante… pero lo bello ha sido la categoría dominante en nuestra historia del arte hasta el siglo XVIII, momento en que aparecen los salones de arte y la figura del crítico para llevar las opiniones y actualidad artística a las personas que no pudieran asistir a los mismos. Precisamente en el siglo XVII pensadores como Addison, Hutcheson, Hume y Kant, plantean variadas teorías del gusto, con distintas concepciones de la belleza. Es también el siglo XVIII en que coinciden distintas propuestas estéticas en la pintura, con el barroco tardío, el rococó, escenas costumbristas, el neoclasicismo y los prerrománticos ya en escena, disputándose el terreno estético de la pintura. Al igual que los pensadores de ese siglo, con distintas maneras de entender la belleza.

Australia tiene un modo de entender la belleza basado en lo pintoresco, categoría estética insignia del rococó: es una belleza superficial, que adorna las costumbres y amaneramiento de la clase alta, y cuya falta de atención hacia las clases bajas es camuflada, por su ausencia, mediante la negación. La propuesta estética preciosista busca embelesar al espectador, para hipnotizarlo con una historia en la que se muestran con cierto respeto las tradiciones aborígenes y con cierto desdén la ocupación del hombre blanco, pero que en última instancia justifica la colonización como un contexto histórico tan inevitable como la decisión de Lady Ashley de luchar por sus tierras: iba simplemente en busca de su marido porque pensaba que le era infiel, pero al descubrir que eran ciertas las intenciones de trabajar con el ganado en Australia, Lady Ashley asume su dominio de las tierras como una cuestión de orgullo, cuando el mismo Drover la invita a retirarse vendiendo las tierras y dejándoselas a los despiadados asesinos de su marido. La postura de la protagonista permite a los australianos pensar que no todos los ‘nuevos vecinos’ británicos fueron iguales, y por tanto, defender como hizo ella la tierra que poseen, como una cuestión de orgullo, por controvertida que resulte la convivencia con los aborígenes.

“Una cosa sé, el por qué contamos historias es más importante de todo, hace que gente se sienta de su tierra siempre.”
Nullah.

Como concluye Nullah, las historias sirven para identificarse con la tierra, pero en este caso, cada uno por su lado: Drover permanece junto a Sarah Ashley y Nullah parte con King George. Unos se quedan asentados, los otros continúan su tradición nómada para, así identificarse cada uno a su manera con la misma tierra. Australia resulta, a pesar de su gran belleza visual y de su sutil conciliación entre británico y aborigen, al fin y al cabo, una justificación ideológica del colonialismo.





Luis N. Sanguinet

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4 comentarios:

  1. Muy interesante!!!

    La primera vez que vi el film quedé fascinada... Pero son ciertos los detalles que mencionas, especialmente el acto último del abuelo de Nullah. A veces me pregunto por qué se mostró así; si había una razón deliberada detrás o si fue algo "accidental" y no intencionado, pero con el mismo resultado que tú señalas.

    Lo que no recuerdo es por qué Nicole Kidman le da las gracias al cantinero...(Creo que fue porque ayudó a los heridos?).

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    Respuestas
    1. Cada escena del guion persigue y consigue una intención, otra cosa es que coincida lo que busca (que depende del guionista y solo es relevante para él) con lo que consigue (que es lo que suscita en cada espectador). Me parece un tema muy interesante la discusión intencionalista en la historia del arte sobre intención y significado, aunque aquí excede lo que sería un análisis de este film.
      El hecho es que gracias a esa resolución, el héroe puede alcanzar el paraíso junto a la chica sin saltarse la justicia poética y para no manchar sus manos de sangre, el asesino es King George, justificando así los prejuicios sobre su condición de hombre peligroso, capaz de asesinar con su lanza a un hombre blanco.
      Es una de muchas interpretaciones que podrían hacerse, la cuestión sería qué interpretación invalidaría la tesis de sacrificar el honor del abuelo aborigen y partiendo de la no contradicción, mientras no vea motivos para esa otra interpretación me parece que esta es bastante importante para entender el tratamiento que el film hace de la cuestión del hombre blanco en Australia.
      Muchas gracias por tu comentario!! ;)

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  2. Interesante este análisis de la película, pero discrepo en la descripción que haces de Rey Jorge. No es un asesino, sino un abuelo que protege la vida de su nieto. Ya perdió a Daisy y no va a permitir que ocurra lo mismo con Nullah. En este caso, sinceramente yo no le veo ninguna otra lectura.
    Lo que sí me llama muchísimo la atención, y desde luego no entiendo, es el hecho de que Sara se tire literalmente a los pies de Drover implorando que no se vaya y que la ayude a llevar al ganado a Darwing. Esa es una escena que no pega ni con cola.
    En cuanto a la película en general, me encanta. :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar Françoise. Estoy de acuerdo contigo en el matiz que haces a mi respuesta a Marilou.
      Tal vez entrecomillándolo le hubiera dado el cinismo que la frase pide, pero el énfasis de esta radica en que comete un asesinato. No hablo de "despiadado asesino", sino que señalo el hecho de que quien mata a Fletcher es él, Rey Jorge. Eso facilita cerrar muchos hilos, permitiendo que:
      * Drover recupere su vida junto a Lady Ashley sin manchar sus manos con sangre,
      * eliminar a Fletcher, cuyos abusos legales y omnipotente cargo le daban inmunidad para hacer infeliz la vida de la pareja
      * y permitir que Nullah haga su viaje cuando debe, ahora que Rey Jorge ha de partir sí o sí, pues no puede ya permanecer cerca de los hombres blancos mucho tiempo dado que, aunque fuera en defensa de su nieto, había cometido un crimen por el que se le haría pagar. (Claro que saldría absuelto si fuera posible un juicio justo, pero hablamos de un aborigen en los años 40 en Australia, y el hombre negro no tendría entonces un juicio justo ni en Estados Unidos).

      Coincidimos más claramente en lo inverosímil de algunos giros del argumento... que se las traen. :D

      Eliminar

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